Foto: Archivo
Alexis Quintar- El pasado jueves 11 de mayo, terminó la restricción de emergencia que comenzó en marzo del 2020 durante la pandemia de COVID-19, la cual se hizo conocida como Título 42. Esta ley autoriza al gobierno federal a tomar medidas para prevenir la propagación de enfermedades contagiosas en la frontera, incluyendo la deportación inmediata de inmigrantes que sean considerados una amenaza para la salud pública. Hay que mencionar que, durante más de tres años, las autoridades fronterizas de los Estados Unidos, bajo el mandato tanto de Donald Trump como en el Joe Biden, han usado el Título 42 para expulsar del país a miles de migrantes a sus países de origen, aludiendo que su ingreso podría propagar el coronavirus, sin darles la oportunidad de solicitar asilo o protección humanitaria. Esta medida ha sido criticada por varias organizaciones de derechos humanos y grupos defensores de los inmigrantes, quienes argumentan que la expulsión inmediata pone en peligro a las personas y viola los derechos humanos.
Muchos funcionarios tienen miedo que el fin de la restricción que lleva por nombre Título 42 genere una gran oleada de migrantes. En una entrevista que le brindó a CNN, John Martin, el subdirector del Centro de Oportunidades para Personas sin Hogar en El Paso, Texas, indicó: “No importa cuánto estemos preparados, no creo que vayamos a estar lo suficientemente preparados. Quería enfatizar más que cualquier otra cosa en este momento: este es un problema nacional”. Al mismo tiempo, Martin sostuvo: “Nosotros en El Paso, junto con muchas otras comunidades a lo largo de la frontera sur, simplemente estábamos en la puerta principal”. No cabe duda que el aumento de los migrantes que cruzan desde México se empezó a sentir y así lo dejó en claro la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU en su último informe en donde muestra que a diario más de 8.000 personas intentan ingresar y se espera que cuando levante el Título 42 este número ascienda a 10.000 por día.
La situación que se vive en la frontera sur es algo desesperante, pero al parecer las autoridades tiene una estrategia para afrontar este inminente suceso. El viernes 5 de mayo, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas en su vista al Valle del Río Grande expresó: “Creo que no hay duda de que esto va a ser extremadamente desafiante. No quiero subestimar la gravedad del desafío que esperamos encontrar”. Además, Mayorkas aseguró: “Tenemos un plan. Las personas que accedan a las vías legales que les proporcionamos podrán venir a Estados Unidos de manera segura y ordenada. Fundamentalmente, estamos trabajando dentro de un sistema de inmigración que no funciona y que durante décadas ha tenido una gran necesidad de reforma”. Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, señaló que el final del Título 42 es poner una alfombra para darle la bienvenida a los inmigrantes de todas partes del mundo. “Llevará a una cantidad increíble de personas a cruzar la frontera ilegalmente”, dijo Abbott. No obstante, el gobernador contó que se desplegó una nueva unidad de la Guardia Nacional en puntos críticos a lo largo de la frontera. “Es para interceptar, repeler y hacer retroceder a los inmigrantes que intentan ingresar ilegalmente a Texas”, informó Aboott.
Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador se comprometen con una gestión humana y ordenada
Los presidentes de Estados Unidos y México, pretenden afrontar este acontecimiento de una manera “humana y ordenada”. Según trascendió, Joe Biden y su par, Andrés Manuel López Obrador, han mantenido una extensa charla telefónica en donde el tema principal fue los inminentes cambios migratorios en Estados Unidos cuando expire el Título 42. En un comunicado que emitió la Casa Blanca manifestaron que los mandatarios: “Buscan fortalecer la relación bilateral, incluida la importancia de reforzar la cooperación entre Estados Unidos y México para gestionar la migración sin precedentes en la región”. Igualmente, dicho escrito revela que hay una estrecha coordinación entre las autoridades fronterizas. Asimismo, informaron que se tomarán medidas contundentes para los que no respeten las leyes migratorias. “La gestión migratoria se hará de modo humano y ordenado, con vías legales amplias y además habrá consecuencias para la migración irregular. También confirmaron el compromiso compartido para gestionar las causas de la migración en América Central”, se puede leer en el informe de la Casa Blanca.
Vuelve el Título 8
El título 42 se verá reemplazado por el Título 8, el cual se centra en la regulación de la inmigración y la nacionalidad, estableciendo los requisitos para la admisión de inmigrantes, así como las condiciones de su estadía en el país. También establece las bases para la deportación y expulsión de extranjeros que no cumplen con las leyes de inmigración. Cabe mencionar que las bases del Título 8 tiene décadas de antigüedad, en donde se hace hincapié en las fuertes sanciones a los inmigrantes que intenten ingresar de forma ilegal a los Estados Unidos.
En este sentido, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) explicó las nuevas normas que se vienen en Estados Unidos con la nueva implementación del Título 8. “Una persona que es expulsada está sujeta a una prohibición de admisión a Estados Unidos de al menos cinco años y puede enfrentar un proceso penal por cualquier intento posterior de cruzar la frontera ilegalmente. Las personas con órdenes finales de remoción serán removidas”, se puede leer en el sitio web del DHS.
