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Qué está pasando con la propiedad de Western Electric al este de Burlington

Western Electric Burlington
Foto: City of Burlington

Foto: City of Burlington

Leah Carlson- Al este de Burlington está ubicada una edificación cuyas instalaciones y terrenos abandonados y contaminados arruinan un importante vecindario comercial y residencial de la ciudad. Se trata del sitio de Western Electric, también conocido como la Planta de Misiles del Ejército Tarheel. Las instalaciones incluyen 22 edificios que ocupan cerca de 22 acres dentro de la ciudad.

El sitio tiene una larga historia y su estado actual contrasta con lo que otrora fue un bullicioso centro económico que ofrecía miles de puestos de trabajo. Fue construido originalmente en 1927 como fábrica de tejidos sintéticos y luego adquirido por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DoD), entre los años 1942-2004, época en la que jugó un papel clave en el desarrollo de sistemas de guiado de misiles. Desde entonces ha pertenecido a cuatro diferentes propietarios privados.

Según un documento de la ciudad de Burlington, la recuperación  del sitio es particularmente complicada pues la venta a propietarios privados ha creado una “enmarañada red de responsabilidades en lo que respecta al saneamiento ambiental”. “El propietario privado es responsable de todo lo que está sobre el suelo, como las edificaciones, y el Departamento de Defensa (DoD, en inglés) es responsable de todo lo que está por debajo del suelo como, por ejemplo, la contaminación de las aguas”, explica la ciudad.

Otro aspecto que hace aún más compleja la situación es que al actual propietario le fue negada la posibilidad de acogerse a un acuerdo sobre terrenos abandonados contaminados lo que le habría ofrecido ayuda financiera para la recuperación.

Hallazgos

Los estudios hechos al terreno han determinado que del sitio se han filtrado a las aguas subterráneas sustancias químicas como el tricloroetileno, un producto químico utilizado para limpiar piezas metálicas que en caso de exposición, puede provocar dolores de cabeza e irritación cutánea a corto plazo y afectar al hígado y los riñones a largo plazo.

También, la planta ha contaminado los alrededores con diversos agentes cancerígenos, amianto, plomo e incluso materiales radiactivos, según un estudio realizado por los contratistas federales Terracon en mayo de 2023.

Además, en abril de 2024 la organización de noticias no partidista y sin fines de lucro Newsline informó que en enero de 2023 se descubrió que las aguas subterráneas y el suelo bajo muchos de los edificios tenían niveles de sustancias perfluoroalquiladas o PFAS que se acercaban o superaban el límite de 70 partes por billón recomendado por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) para la salud en el agua potable.

También las aguas subterráneas cercanas a la antigua instalación de tratamiento de aguas residuales de la planta de misiles contenían niveles de PFOA y PFOS.

La estructura de los PFAS, también conocidos como químicos eternos, hace que los sistemas naturales, como el medio ambiente o el cuerpo humano, no puedan descomponerlos lo que conduce a la acumulación de estos compuestos, tanto en humanos como en animales. Esta acumulación puede interferir en el sistema endocrino y causar problemas de fertilidad y tiroides, así como aumentar el riesgo de cánceres, como el de próstata y el de riñón.

Las aguas subterráneas desembocan en un arroyo en el que la gente se baña y juega. Un ducto de hormigón cercano a la planta alimenta a un afluente del río Haw, un suministro de agua potable. Además, muchas personas permanecen en la propia planta y tienen acceso a túneles que podrían contener agua y suelo contaminados.

Por otra parte, según los informes, el suelo contaminado podría suponer un peligro para los residentes o los trabajadores si la propiedad se convirtiera en una urbanización de uso mixto, una posibilidad que al parecer ha planteado el propietario actual.

Qué se está haciendo

Según la ciudad, la limpieza se realiza enmarcada en el Proceso de la Ley de Respuesta Ambiental Exhaustiva, Compensación y Responsabilidad Pública (CERCLA, por sus siglas en inglés) una normativa federal aplicada por la Agencia de Protección Ambiental que establece un proceso muy específico para la investigación y saneamiento de los sitios incluidos en la Lista de Prioridades Nacionales.

Actualmente el DoD está en la Fase 2 del proceso (Investigación para la Rehabilitación y el Estudio de Viabilidad). “El NC DEQ y el DoD han trabajado arduamente para facilitar una vía rápida de acción correctiva y el DoD acordó realizar la MUY importante acción de remover la fuente de los contaminantes y agregar una barrera para aguas subterráneas antes de que el plan global esté listo”. Este trabajo provisional comenzó en febrero de 2024.

En una nota de octubre de 2024, publicada por la ciudad de Burlington, voceros del Ejército de EE.UU. anunciaron que  habían completado su investigación sobre la fuente de tricloroetileno y PFAS en el suelo y las aguas subterráneas del emplazamiento situado en el 204 de Graham Hopedale Road, en Burlington.

“Uno de los remedios propuestos es inyectar una sustancia química en el suelo que crea una reacción que produce una transferencia de electrones que conduce a la biorremediación y a un aumento de los microbios, que son capaces de digerir la contaminación”, aseguraron.

En diciembre de 2024 se creó una Junta Asesora de Restauración (RAB, en inglés) que ofrece un foro de comunicación bidireccional entre la comunidad y el DoD sobre el trabajo y los planes en el sitio.

A la fecha el DoD ha invertido alrededor de 3 millones de dólares en el proceso CERCLA. Paralelamente, está completando la Investigación para la Rehabilitación y el Estudio de Viabilidad. Posteriormente el proyecto avanzará a la Fase 3, Completar el Plan Propuesto. Durante esta fase el público aportará al DoD sus ideas para el uso final que se le dará a la propiedad.

Según el cronograma detallado de trabajo publicado por la ciudad, actualmente quedan dos controles trimestrales de aguas subterráneas de cuatro eventos estipulados. En junio y diciembre de 2024 se realizaron dos de estos eventos y los próximos están programados para mayo y noviembre de 2025. Asimismo, de cuatro controles semestrales de las aguas subterráneas y superficiales queda uno, programado para agosto de 2025.

El estudio de viabilidad de los trabajos en el sitio se realizará entre abril y mayo de 2025 y se trabajará en una propuesta de plan de mayo a junio 2025 que será sometida a un periodo de revisión pública y comentarios entre agosto y septiembre de 2025. Finalmente, entre noviembre y diciembre de 2025 será el Acta de Decisión.

Sin embargo, activistas señalan que los trabajos en el vecindario no se están realizando con la urgencia que ameritan. En la zona viven principalmente personas de color de bajos ingresos cuya esperanza de vida media es 11 años más corta que en el oeste de Burlington, su contraparte más rica, según un estudio de salud de 2018 del condado de Alamance.

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