Leah Carlson- Esta semana se cumple un año del asalto del 6 de enero 2021 al Capitolio, y tras un arduo trabajo se espera que la Comisión Selecta de la Cámara de Representantes, creada en julio de ese mismo año para investigar lo que algunos califican como una insurrección, entregue su informe preliminar en los próximos meses. Esta instancia legislativa está conformada por nueve legisladores, siete demócratas y dos republicanos.
Como parte del trabajo investigativo se han realizado más de 300 entrevistas y se ha recolectado una gran cantidad de material (35.000 páginas de documentos entre mensajes de texto, correos electrónicos y registros telefónicos de personas cercanas al expresidente Donald Trump) que revelan importantes detalles sobre el ataque y la actuación del exmandatario antes y durante el mismo.
Entre otros asuntos, el comité espera responder las interrogantes que se generaron sobre los preparativos de cara al ataque, el financiamiento de la marcha previa y la enorme campaña de la Casa Blanca por revertir la elección de 2020.
Antecedentes
Cabe recordar que durante la campaña electoral de Trump, el Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés) y líderes de este partido presentaron numerosas denuncias que alegaban que los cambios electorales debido a la pandemia de COVID-19, debilitaban la autoridad constitucional de las legislaturas estatales para realizar leyes electorales o bien invitaban al fraude electoral individual.
Además de estas denuncias, Trump continuamente argumentó, sin fundamento, que los demócratas intentaban manipular las elecciones sistemáticamente alterando, forjando o desechando los votos ausentes, entre otras prácticas ilegales.
El ahora expresidente continuó manteniendo esta narrativa durante las elecciones. Incluso, sus simpatizantes crearon el grupo en Facebook “Paren el robo” o “Stop the Steal” que sumó más de 320 mil miembros en menos de 24 horas y que fue clausurado por esta red social por su contenido violento.
El 14 de diciembre de 2020, después que los electores de cada estado consignaron sus votos para la presidencia y la vicepresidencia otorgándole la victoria a Joe Biden por 306 votos electorales sobre 232 de Trump, el entonces presidente y sus aliados centraron su atención en la última etapa formal de las elecciones: la sesión conjunta de conteo de votos del Congreso que, según la ley federal, se debe realizar el día 6 de enero.
Los hechos
El 6 de enero de 2021 mientras se realizaba la sesión conjunta del Congreso para certificar el triunfo electoral de Joe Biden, miles de simpatizantes de Trump se reunieron en las cercanías de la Casa Blanca para oír el discurso que ofrecería al mediodía en el que pidió textualmente a los manifestantes “nunca rendirse” e instó al vicepresidente Mike Pence a que, como presidente del Senado, desconociera el triunfo de su contendiente demócrata.
Los partidarios del expresidente Trump se siguieron congregando en los alrededores del Capitolio en Washington D.C. incluso después que este terminara su discurso, y cerca de la 1:00 p. m. una ola de manifestantes desbordó la primera barrera policial del recinto legislativo.
En paralelo dentro del Congreso, aparentemente sin saber lo que ocurría afuera, continuaba la sesión y Paul Gosar, legislador republicano por Arizona, objetaba el conteo de los votos en ese estado mientras el senador Ted Cruz de Texas se sumaba a esta petición, por lo que Mike Pence instó a las dos cámaras a retirarse para debatir por separado la objeción.
Poco tiempo después una turba logró traspasar las últimas barreras policiales en las escaleras del Capitolio, rompió las ventanas de la edificación, trepó hacia el interior y abrió las puertas para que los demás entraran.
Como a la misma hora dos paquetes sospechosos, que posteriormente fueron confirmados como artefactos explosivos de fabricación casera, fueron hallados en las sedes de los partidos demócrata y republicano, a pocas cuadras del Capitolio, lo que obligó a la evacuación de los edificios cercanos y al despliegue en el lugar de tres de los equipos policiales que intentaban contener los disturbios en el Capitolio. Muchos especulan que se trató de una distracción.
En este contexto, Trump publicaba en su cuenta de Twitter que Mike Pence no había tenido el coraje de hacer lo necesario para proteger al país y a la Constitución, además de otra serie de tuits en los que se refería a “una elección fraudulenta”. Minutos más tarde publicaba un tuit donde pedía apoyo para la policía del Capitolio y las fuerzas del orden e instaba al público a “permanecer en paz”.
Pero en ese momento, dentro del Capitolio, se desarrollaba el motín. Los legisladores lograron evacuar ambas cámaras, sin embargo, un grupo de insurrectos sobrepasó a la policía e intentó ingresar al vestíbulo donde los legisladores estaban refugiados.
Finalmente, dos horas después que los manifestantes violaran el área del Capitolio, Kayleigh McEnany, secretaria de prensa de la Casa Blanca, tuiteó que Trump había ordenado el despliegue de la Guardia Nacional hacia la edificación legislativa.
Después de las 6 p. m., luego de seis horas del inicio de los disturbios, la policía comenzó a despejar el Capitolio, eventualmente aseguró la edificación y se decretó un toque de queda en el D.C.
Poco antes de la medianoche se retomó la sesión legislativa conjunta para el conteo de los votos que había comenzado a la 1 de la tarde y finalmente, cerca de las 4 de la madrugada del 7 de enero, el vicepresidente Mike Pence oficialmente declaró que los resultados de la elección certificaban a Joe Biden como el 46to presidente de los Estados Unidos.
Más de 700 personas han sido acusadas por el Departamento de Justicia en conexión con la asonada. El expresidente Donald Trump fue impugnado por la Cámara Legislativa y acusado de “incitación a la insurrección” pero fue absuelto por el Senado en febrero.
Homenaje
Al menos 5 personas murieron durante o después del ataque, incluidos 4 manifestantes y un agente del orden. Según el Departamento de Justicia aproximadamente 140 oficiales resultaron heridos durante la violenta jornada, incluidos unos 80 miembros de la Policía del Capitolio y 60 del Departamento de Policía Metropolitano.
Los demócratas de Washington este jueves conmemoran el aniversario de este hecho con una serie de eventos que incluyen un minuto de silencio, testimonios de primera mano de los legisladores, un panel de discusión con historiadores y una vigilia de oración en las escaleras del Capitolio.
Jen Psaki, Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, informó que la ceremonia iniciará con discursos del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris quienes destacarán la importancia histórica de lo ocurrido y lo que significa para el país luego de transcurrido un año.
Según un artículo publicado en la Enciclopedia Británica dado que el objetivo del ataque al Capitolio fue impedir que un presidente legítimamente electo asumiera su cargo, este es ampliamente considerado como una insurrección o un intento de Golpe de Estado. Asimismo, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y otros organismos del orden público también lo califican como terrorismo doméstico.
La comisión selecta ha enviado docenas de citaciones y ha exigido testimonios del círculo más cercano a Trump sobre las acciones del exmandatario ese día, también de asesores externos que organizaron el mitin en el que se dirigió a sus partidarios y de aliados que planificaron revertir la victoria electoral de Joe Biden.
Asimismo, ha tomado medidas para conocer más sobre los intentos de presionar al exvicepresidente Mike Pence, para inducirlo a alterar el proceso oficial de certificación a favor de Trump.
Se espera que esta instancia especial entregue un informe provisional sobre sus hallazgos este verano y otro definitivo en otoño de 2022. Y si bien carece de autoridad para presentar cargos o castigar a alguien por sus acciones, sus integrantes esperan presentar un registro bien detallado sobre la historia de una jornada que estremeció a un país entero y al mundo.