Francisco Machalskys- Afirma un viejo refrán que lo bueno se hace esperar, y a ese principio se acogen los vecinos de nuestro condado en torno a la restauración y ubicación del emblemático Carrusel Detzel y la subsecuente realización del Festival del Carrusel de Burlington que fue reprogramada debido a retrasos en las obras. Así lo informaron fuentes ligadas al gobierno local, señalando al avance de la pandemia ocasionada por el Covid-19 como el principal responsable del retraso en la construcción, dados los cortes de suministros y reducción de mano de obra por el temor a un mortal contagio.
En este sentido, en un comunicado reciente dirigido al ayuntamiento de Burlington, Hardin Watkins, administrador municipal, reconoció que los contratistas de la ciudad se han encontrado con numerosos inconvenientes con los suministros y materiales para el alojamiento del carrusel. Como resultado, Central Builders, el contratista general de este proyecto, notificó a la ciudad que probablemente el trabajo no se terminaría antes del verano.
También, voceros de la división de Recreación y Parques de Burlington, informaron que este nuevo aplazamiento, particularmente en la construcción de la edificación que albergará el carrusel, ha afectado sin remedio la realización del muy popular Festival del Carrusel de Burlington. Tradicionalmente este se celebra cada año hacia la tercera semana de septiembre, y también a causa del Covid-19 se mantiene suspendido desde 2020.
Agregaron las fuentes que la finalización de esta esperada obra se ha visto afectada en sus dos fases principales, que son la restauración de las piezas y del tiovivo, así como el acondicionamiento de su nueva locación. Y aunque la recuperación del carrusel ya se completó, aún el sitio que lo albergará no está terminado. Cabe destacar que la ciudad ha invertido $1,2 en la restauración del carrusel y $2,8 en la construcción de su sede.
Las piezas que componen este carrusel confeccionado hace 100 años fueron talladas a mano en madera, y creadas por la Compañía de Carruseles Detzel en Philadelphia, Pennsylvania. El tiovivo consta de 46 figuras animales que incluyen un león, un tigre, una jirafa, un reno, cuatro cerdos, cuatro conejos, cuatro avestruces, cuatro gatos y 26 caballos. Su restauración corre a cargo de la empresa especializada Carousels and Carvings INC, ubicada en Marion, Ohio.
La segunda fase del proyecto consiste en la construcción de la que será su nueva sede, muy cerca del YMCA, en la South Main Street. De ambiciosa pero práctica concepción, se espera que al carrusel lo rodeen paneles de vidrio movibles durante el verano, y que brinden protección climática en el invierno, al tiempo de garantizar su visibilidad y resguardo. Pero completar tal infraestructura se ha visto cuesta arriba por los cortes en el suministro de materiales especializados, problemática derivada de la pandemia y que viene afectando a todo el sector de construcción en el país.
Al respecto, el director Recreación y Parques de Burlington, Tony Laws, en pasadas entrevistas dejó muy claro que para el gobierno de la ciudad es un asunto de importancia capital la reedición del Festival de Carrusel de Burlington, que por espacio de dos días atrae a unas 15 mil personas.
Cabe destacar que este festival combina de manera armoniosa el solaz para los pequeños de la casa, la conciencia sobre la preservación patrimonial y variadas presentaciones musicales y teatrales en el Anfiteatro Jimmy Combs, el Thataways Stage y el Performing Arts Tent.
El valor de este emblemático orgullo que ostenta la ciudad de Burlington y el estado de Carolina del Norte halló definitivo respaldo en 1982, cuando fue agregado a la lista del Registro Nacional de Lugares Históricos, junto a icónicas construcciones como el cartel de Bienvenida a Las Vegas, el Empire State, la Estatua de la Libertad en Nueva York y el Capitolio en Washington, sólo por mencionar algunas.