Foto: Gwen Frisbie-Fulton
Leah Carlson- Cientos de manifestantes protestaron en la intersección de Gate City Boulevard y Holden Road de Greensboro contra las medidas antimigrantes del presidente Donald Trump. La multitud alzó pancartas en las que se leía “No muerdas las manos que te dan de comer”, “Nadie es ilegal en tierra robada”, entre otros mensajes.
El medio alternativo Triad City Beat, cubrió la protesta y entrevistó a las hermanas Jessica y Nancy Villafane, organizadoras de la manifestación, cuyos padres llegaron por primera vez de México a Estados Unidos en 1999.
Según se relató en la nota de Triad City Beat, a finales de enero las jóvenes, enfurecidas por la retórica antimigrante de Trump, repartieron folletos y anunciaron una protesta que tendría lugar en el centro de Greensboro. Aunque la manifestación no tuvo la convocatoria esperada, las jóvenes redoblaron los esfuerzos para una segunda jornada de protesta que tendría lugar el domingo 2 de febrero. Repartieron folletos por toda la ciudad, en negocios locales y publicaron otra protesta en TikTok, Snapchat, Facebook e Instagram.
Esta vez cientos de personas acudieron a la protesta, que comenzó a las 4:00 p.m.. En ella se escucharon a toda voz las consignas “Viva México” así como canciones entonadas por la multitud allí congregada. Hacia las 5 de la tarde, las fuerzas del orden hicieron acto de presencia y “bloquearon la vía para permitir que la gente siguiera protestando de forma segura”, según la reseña de Triad City Beat.
Durante las cuatro horas que duró la protesta muchos vehículos que pasaban por el lugar acompañaron la manifestación haciendo sonar sus bocinas y mostrando a través de las ventanas las banderas de sus respectivos países.
Según declaraciones de las organizadoras, una próxima protesta tendrá lugar el 23 de febrero en un lugar que aún no se ha establecido cuyas coordenadas serán difundidas a través de redes sociales.
Medidas antimigrantes
Las medidas en contra de la inmigración de la administración Trump han generado un clima de zozobra con el inicio de deportaciones del ICE en todo el país. Aunque voceros de su gobierno han declarado que las medidas están dirigidas a personas indocumentadas que han cometido crímenes, según los informes, inmigrantes que no han cometido delito alguno también han sido víctimas de las redadas.
Entre otras acciones que evidencian su política contra la inmigración, Trump puso fin a la medida de la administración Biden que impedía a las autoridades efectuar detenciones en lugares como iglesias y escuelas y sus alrededores y ordenó la investigación de los funcionarios locales de ciudades y estados que interfirieran en los esfuerzos del ICE por deportar a quienes se encuentran ilegalmente en el país. También ordenó retener los fondos de las llamadas ciudades santuario en las que las fuerzas del orden se nieguen a cooperar con el ICE.
Además de las ya mencionadas, aprobó nuevos poderes para negar la entrada en el país a los solicitantes de asilo, el bloqueo de la entrada de miles de refugiados a quienes ya se había autorizado ingresar a Estados Unidos, e intentó revertir la ciudadanía por derecho de nacimiento, medida bloqueada por un juez federal quien la calificó como abiertamente inconstitucional.
Cabe destacar que la manifestación se produjo pocos días después del anuncio de Trump de que Estados Unidos detendrá a unos 30.000 inmigrantes en el centro de detención de la Bahía de Guantánamo.
Aunque el plan de deportación masiva de Donald Trump supone enormes costos financieros para la nación y eliminaría al menos el 5% de la mano de obra estadounidense, los hechos demuestran que su decisión es firme. Según el Centro de Investigación Pew hay unos 325.000 inmigrantes indocumentados viviendo en Carolina del Norte y unos 15.000 en el condado de Guilford, según estimaciones del Centro de Justicia de Carolina del Norte.
