Alexis Quintar- El problema de la inmigración en Estados Unidos es complejo y tiene múltiples dimensiones. Cabe destacar que Norteamérica no ha tenido una verdadera reforma en sus políticas migratoria desde 1986. Hay que subrayas que en el 2014, intentaron tomar cartas en el asunto y afrontar este tema de una manera comprometida, pero al querer llegar a un acuerdo para darle una solución a los problemas legales que afrontan los inmigrantes, una vez más, los demócratas y republicanos no pudieron lograr un convenio. No cabe duda, que la inmigración ha sido parte de la historia de Estados Unidos desde su fundación el 4 de julio de 1776, puesto que ha sido un refuerzo para la diversidad cultural y crecimiento económico en el país.
En los últimos años, la política de inmigración ha sido un tema polémico y divisivo en Estados Unidos, por culpa de que muchos argumentan que la inmigración ilegal ha generado problemas como la delincuencia, la competencia por empleos y el costo de los servicios públicos. En cambio, otra gran parte de la población estadounidense asegura que los inmigrantes han contribuido de manera significativa con el país, ayudándolo en sus años más difíciles con su capacidad laboral. Hay una realidad que golpea fuerte a Estados Unidos y es que necesita de los inmigrantes por una clara y valiosa razón: el trabajo. Quien habló sobre este tema fue el economista, Ray Perryman, el cual aseguró: “Hay alrededor de 300.000 ofertas de trabajo más en Texas que personas desempleadas. A nivel nacional, hay millones de puestos vacantes que el número de personas desempleadas”.
El sistema de inmigración de Estados Unidos es complicado y ha sido el centro de críticas por ser lento, caro y complejo. Muchas personas han esperado años para conseguir visas y permisos de trabajo, y algunos han sido separados de sus familias durante el proceso. La gestión de Donald Trump habría dado pasos desacertados en lo que se refiere al conflicto que vive Estados Unidos con los inmigrantes, dado que puso en marcha la polémica medida de “tolerancia cero”. Este fallo consistía en separar a los padres, quienes intentan entrar de forma ilegal a Estados Unidos, de sus hijos, accionar que se vio a menudo en el Valle del Río Grande, lugar en donde la Patrulla Fronteriza puso mano dura. Esta disposición horrorizó a gran parte del país y del mundo entero, ya que muchos la tildaron de brutal. Este dictamen generó que casi 2.000 menores de edad sean separados de sus progenitores entre el 19 de abril y el 31 de mayo del 2018. Es necesario recordar que este tipo de detención familiar que usó Trump, también la pusieron en práctica los expresidentes George W. Bush y Barack Obama. En su momento, los dos quedaron en el ojo de las críticas por las circunstancias en las que aislaban a las familias migrantes y eso quedó evidenciado cuando en 2014 debieron cerrar un centro de reclusión de Nuevo México por las inhumanas condiciones en las que tenían el sitio.
Otro aspecto del problema de la inmigración en los Estados Unidos es la situación de los inmigrantes indocumentados, quienes enfrentan la posibilidad de deportación y viven en una situación precaria sin acceso a muchos servicios públicos y derechos laborales. Muchos creyeron que con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Norteamérica las cosas cambiarían por completo. La mano de Biden se vio cuando modificó la ordenanza llamada Título 42, la cual implementó Trump en marzo de 2020 para evitar la propagación de COVID-19. Recordemos que con esta medida de salud pública, las autoridades expulsaron a los inmigrantes a sus países de origen, entre los que abundaban mexicanos, venezolanos y cubanos. Por su parte, Biden flexibilizó este dictamen y permitió que hasta 30.000 inmigrantes sean admitidos si presentan sus papeles en regla, mientras que los que buscan entrar al país sean expulsados rápidamente.
Una de las claves que hay que comprender en este tema tan difícil es que desde hace años nadie puede encontrarle una salida que beneficie a las dos partes. Asimismo, hay que entender que las personas que pretendan pisar suelo norteamericano lo harán a como dé lugar, dado que piensan, creen y sueñan que aquí hallaran un futuro mejor de los que le ofrece su país de origen. Hasta que las autoridades y parte de la sociedad no entienda eso, los inconvenientes con los inmigrantes en los Estados Unidos no mejorarán. En resumen, la cuestión de la inmigración en Estados Unidos es muy complicada y no cabe duda que tiene mucha injerencia en la economía, la política y la sociedad del país. Por esta razón es de suma importancia encontrar soluciones que le den relevancia a los derechos humanos y la seguridad para que, a partir de allí, se encuentre un equilibrio para lograr controlar de alguna manera la inmigración ilegal y a su vez reconocer la importancia de los inmigrantes para la diversidad y el crecimiento de los Estados Unidos.