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Leah Carlson- El juez federal J. Campbell Barker, un nominado del primer mandato del presidente Donald Trump, declaró ilegal el programa “Keeping Families Together” (Manteniendo a las familias unidas) de la administración Biden, también conocido como “Parole in Place” (Libertad condicional en el lugar) que creaba una vía a la ciudadanía para personas casadas con ciudadanos estadounidenses que estuvieran en el país sin estatus legal permanente .
Aunque la legislación vigente permite solicitar estatus legal, se debe hacer desde los países de origen y se puede enfrentar una prohibición de hasta 10 años para regresar a Estados Unidos. Manteniendo a las familias unidas habría permitido solicitar un estatus legal sin tener que abandonar el país.
La decisión afectó a unos 500.000 cónyuges sin estatus legal y a unos 50.000 niños también sin este estatus y que tienen un padre o madre inmigrante casado con un ciudadano estadounidense, que habrían sido incluidos en ese programa.
El 18 de junio, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) había anunciado el programa, al que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) describió como “un paso clave para cumplir el compromiso del presidente Biden de promover la unidad familiar en el sistema de inmigración”. El 19 de agosto fue implementado.
Pero a finales de agosto Texas, Florida y otros catorce estados liderados por el Partido Republicano y la organización America First Legal, presidida por Stephen Miller asesor del presidente Trump, presentaron una demanda contra el programa bajo los argumento de que este excedía la autoridad del Departamento de Seguridad Nacional y que perjudicaría económicamente a los estados si se permitía permanecer en el país a las personas que cumplían los requisitos para obtener la ciudadanía, entre otras objeciones.
Los demás estados que se unieron a la demanda son Alabama, Arkansas, Georgia, Idaho, Iowa, Kansas, Luisiana, Misuri, Dakota del Norte, Ohio, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Tennessee y Wyoming.
Según la organización activista Se hace camino Nueva York, la administración Biden utilizó la autoridad legal ya existente para crear el programa dado que la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) otorga al Secretario de Seguridad Nacional la capacidad de “a su discreción, conceder libertad condicional a Estados Unidos temporalmente bajo las condiciones que pueda prescribir solo caso por caso por razones humanitarias urgentes o beneficio público significativo a cualquier extranjero que solicite la admisión a los Estados Unidos”.
El presidente Joe Biden criticó la suspensión temporal del programa a finales de agosto asegurando que Estados Unidos no es un país que separa a las familias. “Estas parejas casadas, en las que uno de los cónyuges es ciudadano estadounidense y el otro ha estado viviendo en Estados Unidos durante 10 años o más, incluyen a nuestros vecinos que han estado trabajando, criando a sus familias, pagando impuestos, adorando con nosotros y enviando a sus hijos a la escuela”, declaró.
También Ashley DeAzevedo, presidenta de la organización American Families United que representa a ciudadanos estadounidenses casados con personas sin estatus permanente, instó al gobierno de Biden a apelar el caso y criticó la decisión.
“El juez de Distrito J. Campbell Barker no sólo desmanteló el programa Manteniendo Familias Unidas, sino que destrozó las esperanzas de cientos de miles de familias estadounidenses. El programa Biden-Harris habría permitido a los cónyuges e hijastros no ciudadanos de ciudadanos estadounidenses permanecer en el país después de haber contribuido a nuestras comunidades, ayudado a hacer crecer nuestra economía y construido vidas con sus seres queridos”, declaró DeAzevedo.
Citada en una nota de la organización Se hace camino Nueva York, Rocio Sáenz, secretaria-tesorera del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), declaró que la decisión del juez federal es un ataque directo a las familias estadounidenses. “Cada día que se suspende este sensato programa es un día en el que las parejas, esposos, esposas, madres y padres se ven obligados a vivir con el temor constante de ser separados de sus familias”, dijo.