
Foto: NC Newsline
Leah Carlson- Richard Myers, juez federal de distrito nominado por Trump, ordenó a la Junta Electoral del Estado de Carolina del Norte que certifique a la demócrata Allison Riggs como ganadora de las elecciones al Tribunal Supremo del estado. El fallo se produce seis meses después de las elecciones del 5 de noviembre de 2024. El retraso se debió a la impugnación de la elección por parte del contendiente republicano Jefferson Griffin.
La ventaja de 734 votos de Allison Riggs había sido confirmada en dos recuentos. Myers suspendió su orden durante siete días para dar tiempo a Griffin a apelar.
Griffin, juez del Tribunal de Apelaciones del estado, intentó anular los votos de 60.000 electores bajo el argumento de que no estaban debidamente registrados por no haber facilitado un número parcial de la Seguridad Social o del permiso de conducir en sus solicitudes de registro de votantes.
Pero, según un artículo de NC Newsline, a lo largo de los meses los votantes se presentaron para decir que habían proporcionado esos números, pero los dígitos no aparecían en la base de datos estatal debido a errores tipográficos o a la falta de coincidencia de datos.
Griffin también impugnó a los votantes ausentes militares y en el extranjero por no proporcionar una identificación con foto junto con sus papeletas de votación. Pero la Junta Electoral del estado no había exigido este requisito a ninguno de estos votantes al momento de la elección.
La mayoría del Tribunal Supremo estatal había decidido que esos votos debían ser contados, pero que debían presentar una foto en un plazo de 30 días a partir de la notificación.
Pero Myers escribió en su fallo de 68 páginas que la Junta Electoral del estado no debía seguir las órdenes del Tribunal Supremo porque invalidar retroactivamente las papeletas de los votantes militares y en el extranjero violaba el derecho al debido proceso y a la igualdad de protección.
“Los votantes militares y civiles en el extranjero siguieron las normas vigentes en el momento de las elecciones, pero el cambio retroactivo en el procedimiento de votación en cuestión les priva de su derecho fundamental a que sus votos sean contados”, escribió Myers, según reseñó NC Newsline.
También, la mayoría del Tribunal Supremo había dictaminado que no debían contabilizarse cientos de votos impugnados por Griffin de personas que dijeron no haber vivido nunca en Carolina del Norte, pero que estaban vinculadas al estado a través de sus padres.
Pero, según el artículo de NC Newsline, el estado había contado los votos de lo que Griffin llamó “nunca residentes” durante años sin controversia e incluso un periodista de The Assembly descubrió que algunos de estos vivían en el estado.
A este respecto, el juez Myers dijo en su fallo que el estado no debe arriesgarse a descartar votos de personas que viven en el estado. Además, Myers dictaminó que las normas electorales no pueden modificarse a posteriori.
“Este caso se refiere a si la Constitución federal permite a un estado alterar las reglas de una elección después de los hechos y aplicar esos cambios retroactivamente sólo a un grupo selecto de votantes, y al hacerlo, tratar a esos votantes de manera diferente a otros individuos en situación similar. Este caso también trata de si un Estado puede redefinir su clase de votantes elegibles pero no ofrecer ningún proceso a aquellos que puedan haber sido clasificados erróneamente como no elegibles.”, puntualizó Myers en su fallo.
Según NC Newsline el dictámen de Myers se produce sólo unos días antes de que la Junta Electoral del estado celebre su primera reunión con una nueva mayoría republicana. Antes de este año, el gobernador designaba a los miembros de la Junta Electoral, y el partido del gobernador ocupaba tres puestos en la junta de cinco miembros.
Pero la semana pasada, el auditor estatal Dave Boliek nombró la junta con mayoría republicana en virtud de una nueva ley que despoja a los gobernadores de su poder de nombramiento. El gobernador demócrata Josh Stein ha presentado un recurso.