ESPACIO PUBLICITARIOspot_img
ESPACIO PUBLICITARIOspot_img

Artículos Relacionados

Carreteras en riesgo: las grandes ciudades de Carolina del Norte enfrentan recortes en fondos estatales

North Carolina Roads
Foto: Ryan Holloway

Foto: Ryan Holloway

Alexis Quintar – En un giro inquietante para muchas comunidades, varias ciudades de Carolina del Norte podrían enfrentar una pérdida significativa de fondos estatales destinados a la pavimentación de calles. Este año, los líderes republicanos en la Asamblea General están en medio de un intenso debate sobre la posibilidad de recortar esos fondos vitales, dejando a muchas localidades en una situación precaria.

Desde 1951, gracias a la Ley Powell, las comunidades han contado con un respaldo crucial para el mantenimiento de sus carreteras locales. El Departamento de Transporte señala que la mayor parte de este dinero se destina a repavimentar más de 32,000 kilómetros de calles municipales, las cuales no forman parte de la red estatal. Estos recursos son esenciales no solo para rellenar baches, sino también para aplicar sal antes de la nieve, mantener puentes y construir ciclovías y aceras que fomenten un estilo de vida activo y saludable.

Sin embargo, la propuesta de presupuesto del Senado plantea un cambio drástico: eliminar el financiamiento para ciudades con poblaciones superiores a 150,000 habitantes. Este recorte, que podría significar un ahorro de 50 millones de dólares al año, ha levantado alarmas en las siete ciudades más grandes del estado: Charlotte, Raleigh, Greensboro, Durham, Winston-Salem, Fayetteville y Cary. Los líderes de estas ciudades no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados.

Mitch Colvin, alcalde de Fayetteville, expresó su profunda preocupación, subrayando que esta financiación ha sido fundamental para el desarrollo y mantenimiento de la ciudad. En abril, Fayetteville aprobó por unanimidad una resolución en contra de esta propuesta. Mientras tanto, en Winston-Salem, el concejal Robert Clark calificó la posible pérdida de más de 8 millones de dólares al año como “astronómica”. Las emociones son palpables, y el impacto de estos recortes se siente a nivel comunitario.

Scott Tesh, director de presupuesto de Winston-Salem, advirtió ante el Concejo Municipal que los proyectos desfinanciados en Raleigh podrían tener repercusiones a largo plazo. “Aquellos proyectos que se desfinancian en un solo ciclo, a menudo se ven desfinanciados durante un período mucho más largo del que anticipamos originalmente”, manifestó, Tesh al sitio web Wunc.org, resaltando la preocupación generalizada por la falta de recursos.

Por otro lado, el presupuesto de la Cámara de Representantes mantiene la asignación de casi 186 millones de dólares anuales para estos proyectos, lo que introduce una dinámica de tensión entre ambas cámaras legislativas. La comunidad espera que los legisladores logren alcanzar un consenso antes de que inicie el nuevo año fiscal el 1 de julio.

A medida que el debate avanza, queda claro que el futuro de las calles y, por ende, de la calidad de vida en estas ciudades, está en juego. Los habitantes de Carolina del Norte están a la expectativa, deseando que sus voces sean escuchadas y sus necesidades atendidas en un momento tan crítico. La lucha por el financiamiento no es solo una cuestión de números; es una cuestión de comunidad, seguridad y progreso.

Además, es importante considerar que el contexto económico actual, marcado por la inflación y la presión sobre los presupuestos locales, añade una capa de complejidad a esta situación. Las familias de Carolina del Norte ya enfrentan desafíos significativos, y la posibilidad de recortes en infraestructura podría agravar aún más su calidad de vida. La incertidumbre sobre el futuro de estos fondos no solo afecta a las ciudades, sino que también repercute en la vida diaria de sus residentes, quienes dependen de unas calles seguras y bien mantenidas para su movilidad y bienestar.

Es importante considerar que el contexto económico actual, marcado por la inflación y la presión sobre los presupuestos locales, añade una capa de complejidad a esta situación. Las familias de Carolina del Norte ya enfrentan desafíos significativos, y la posibilidad de recortes en infraestructura podría agravar aún más su calidad de vida. La incertidumbre sobre el futuro de estos fondos no solo afecta a las ciudades, sino que también repercute en la vida diaria de sus residentes, quienes dependen de unas calles seguras y bien mantenidas para su movilidad y bienestar.

Con el reloj corriendo hacia el nuevo año fiscal, la presión sobre los legisladores aumenta. La comunidad observa con atención, esperando que se prioricen sus necesidades y que se encuentren soluciones que no solo preserven la infraestructura, sino que también fortalezcan el tejido social de Carolina del Norte.

En este contexto, es crucial que los ciudadanos se mantengan informados y participen en el proceso legislativo. Las audiencias públicas y las reuniones del concejo municipal son oportunidades valiosas para que los residentes expresen sus preocupaciones y aboguen por sus comunidades. La voz de cada ciudadano cuenta, y en un momento de incertidumbre, la unidad puede ser la clave para asegurar que las necesidades de las ciudades sean atendidas.

articulos populares