Alexis Quintar- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, protagonizó un contundente discurso sobre el Estado de la Unión en el Congreso, donde desplegó una amplia defensa a su presidencia con la mira puesta en asegurar su reelección en la Casa Blanca. Con un tono vigoroso y dinámico, el mandatario abordó una serie de temas clave, desde la crisis en Ucrania hasta los logros económicos de su administración, pasando por críticas contundentes hacia su predecesor, Donald Trump.
Biden inició su discurso con una referencia histórica al expresidente Roosevelt, señalando que Estados Unidos atraviesa un momento sin precedentes, por las amenazas a la democracia y la libertad. En el mismo contexto, el presidente habló de la invasión de Rusia a Ucrania y la importancia de la OTAN como alianza militar clave en el escenario global. “Si Estados Unidos da marcha atrás ahora, pondrá a Ucrania en riesgo. Pondrá a Europa en riesgo. Pondrá en riesgo al mundo libre, y será una invitación para otros que desean hacernos daño. Si alguien en esta sala piensa que Putin se detendrá en Ucrania, les aseguro que no lo hará. Pero Ucrania puede detener a Putin si la apoyamos y le proporcionamos las armas que necesita para defenderse”.
Además, el dirigente demócrata sumó: “Mi mensaje para el presidente Putin es claro. No nos retiraremos. No cederemos, yo no cederé. La Historia nos observa. La asistencia a Ucrania está siendo bloqueada por aquellos que quieren que abandonemos nuestro liderazgo en el mundo. Desde el presidente Lincoln y la Guerra Civil, nunca nuestra libertad y democracia habían sido atacadas como lo están hoy”. El presidente no dudó en lanzar varios golpes contra Trump, a quien nunca nombró y solo lo llamó su predecesor, comparándolo con el expresidente Ronald Reagan y criticando su postura frente a Putin, así como su intento de minimizar el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Biden también abordó temas controvertidos como el derecho al aborto, prometiendo restituirlo si es reelegido. “Los insurrectos irrumpieron en este mismo Capitolio y colocaron un puñal en la garganta de la democracia estadounidense. Este es un momento para hablar con la verdad y enterrar las mentiras. Aquí les tengo una verdad simple. No puedes amar a tu país únicamente cuando ganas”, indicó el representante demócrata.
Asimismo, Biden agregó: “Heredé una economía que estaba al borde del abismo. Ahora nuestra economía es literalmente la envidia del mundo. Muchos de ustedes en esta Cámara y mi predecesor están prometiendo aprobar una prohibición nacional de la libertad reproductiva. Llegué al cargo decidido a superar uno de los períodos más difíciles en la historia de nuestra nación. Y lo hemos hecho. No es noticia, pero en miles de ciudades y pueblos los estadounidenses están escribiendo la mayor historia de recuperación jamás contada. Así que vamos a contar esa historia aquí y ahora”. Como parte de su estrategia para destacar los valores que considera fundamentales para Estados Unidos, Biden se refirió al contraste entre su visión de un futuro basado en la honestidad y la igualdad, frente a lo que describió como una narrativa de resentimiento y retribución promovida por algunos de sus opositores.
Al referirse a los problemas de inmigración que enfrenta los Estados Unidos, el mandatario norteamericano fue muy claro con sus palabras al diferenciarse del discurso de Trump. “No demonizaré a los inmigrantes diciendo que envenenan la sangre de nuestro país. No voy a separar familias. No voy a impedir a personas que entren al país en virtud de su fe”, aseveró la máxima figura del partido demócrata.
Del mismo modo, el presidente añadió: “La recuperación de Estados Unidos es construir un futuro de posibilidades estadounidenses, construir una economía desde el centro hacia afuera y de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo, invertir en todo Estados Unidos, en todos los estadounidenses, para asegurarnos de que todos tengan una oportunidad justa y no dejemos a nadie atrás”. Uno de los puntos destacados de su discurso fue el análisis de los logros económicos de su administración, resaltando la creación de 15 millones de empleos en tres años, el récord de desempleo más bajo en 50 años y el impulso a la creación de empresas. Estos logros, según analistas políticos, constituyen uno de los puntos más fuertes de Biden ante sus votantes.
En el marco de su última carrera por la Casa Blanca y a ocho meses de las elecciones generales, Biden se enfrentaba al desafío de cambiar la percepción del pueblo estadounidense sobre su presidencia y convencerlos de mantener el rumbo trazado por su administración. Al finalizar su mensaje, Biden dejó el Congreso con una sonrisa y una sensación de misión cumplida, destacando los logros económicos y legislativos de su gobierno.
El poder de las mujeres en Estados Unidos
En una parte del discurso, Biden se dirigió al electorado hispano, en donde destacó medidas claves que han beneficiado a la comunidad hispana en Estados Unidos, desde la reducción del costo de los medicamentos hasta la creación de empleo y la expansión del acceso a Internet. No obstante, uno de los temas que no pasó desapercibido fue el derecho al aborto, un tema candente en la campaña presidencial que se avecina en noviembre.
El presidente, en un tono comprometido, declaró: “Claramente, aquellos que se jactan de revocar la garantía federal del aborto no tienen idea del poder de las mujeres en Estados Unidos”. Esta declaración resonó fuertemente en un momento en que la libertad reproductiva ha estado en el centro de la agenda política. Biden subrayó que esta libertad había sido validada por el electorado en las boletas electorales de 2022 y 2023, y que espera que vuelva a ser así en 2024.
Para respaldar su afirmación, los demócratas invitaron a personas claves que representan diferentes facetas de la lucha por los derechos reproductivos. Entre ellos se encontraba Kate Cox, una madre de Texas que se vio obligada a buscar un aborto de emergencia fuera del estado debido a las restricciones impuestas por las leyes estatales. La presencia de Cox en el Congreso resaltó las dificultades que enfrentan las mujeres cuando se ven privadas del acceso seguro y legal al aborto.
Otra invitada destacada fue Elizabeth Carr, quien hizo historia como la primera persona nacida mediante fecundación in vitro en Estados Unidos. La presencia de Carr en el discurso subrayó los avances tecnológicos y médicos que han transformado la forma en que las mujeres pueden concebir y dar a luz, y cómo estas opciones deben ser protegidas y respetadas como parte de los derechos reproductivos.
Además de estas figuras, se dio espacio para honrar y recordar a los estadounidenses asesinados o tomados como rehenes por Hamas el pasado 7 de octubre. Este gesto no solo sirvió como un recordatorio de los desafíos globales que enfrenta Estados Unidos, sino que también remarcó la importancia de un liderazgo que defienda los derechos humanos, incluido el derecho de las mujeres a controlar sus propios cuerpos.
En un momento en que el país se prepara para elecciones decisivas, este discurso de Biden no solo resalta la importancia del voto hispano, sino que también pone de relieve la centralidad de los derechos reproductivos en el debate político actual. Al hacerlo, Biden y los demócratas están enviando un mensaje claro: el poder de las mujeres en Norteamérica es innegable, y será un factor determinante en las elecciones por venir. No cabe duda que el discurso de Biden fue un intento enérgico por consolidar su liderazgo y convencer al electorado estadounidense de que merece otro mandato en la Casa Blanca. Con un mensaje claro y directo, el presidente buscó demostrar que sigue siendo la mejor opción para liderar Estados Unidos en los próximos años.