Alexis Quintar- Nicaragua atraviesa días de mucho dolor e incertidumbre por la fuerte represión que sufre gran parte de su pueblo por el despotismo con el que se maneja, desde el 10 de enero de 2007, el presidente Daniel Ortega. En noviembre de 2021, se llevaron a cabo unas nuevas elecciones presidenciales, las cuales fueron ampliamente criticadas por la comunidad internacional por su falta de transparencia y equidad. La oposición denunció fraude electoral y se enfrentó a una violenta persecución por parte del gobierno y sus fuerzas de seguridad. El absolutismo con el que el exguerrillero dirige el país ha tenido como objetivo a la oposición política, periodistas, activistas de derechos humanos y otros actores de la sociedad civil. Esta situación ha generado la preocupación de gran parte del mundo, puesto que el respeto y protección de los derechos humanos es inexistente en el paradisíaco país ubicado en América Central. Algunas de las medidas adoptadas por el presidente de Nicaragua es reprimir a la disidencia, la cual incluye, detenciones arbitrarias, represión violenta en manifestaciones pacíficas, censura de los medios de comunicación y uso de grupos paramilitares para amedrentar y embestir a miembros de la oposición y sus simpatizantes.
Lo primero a lo que apuntó Ortega fue cortar de cuajo la libertada de expresión en los medios de comunicación de todo Nicaragua. Las restricciones y censura por parte del gobierno son cotidianas, por lo que los periodistas y los medios de comunicación independientes han enfrentado amenazas, intimidaciones, detenciones y censura. Al mismo tiempo, se han utilizado leyes para criminalizar la difamación y el discurso crítico. En Nicaragua se han denunciado casos de tortura y maltrato por parte de las fuerzas de choque de Ortega a líderes políticos de la oposición. Otra de las crueldades que se ven en el país caribeño y que horroriza al mundo, es el sistema penitenciario, ya que ha sido objeto de críticas por sus condiciones inhumanas. Los derechos económicos y sociales son otra materia pendiente en Nicaragua y eso queda evidenciado en las innumerables denuncias que hay por la falta de acceso a servicios básicos como la educación y la salud. Igualmente, el acceso a la tierra y los recursos naturales ha sido objeto de controversias y conflictos.
Un detalle que ha encendido las alarmas de muchos líderes mundiales es el fuerte apoyo que recibe Ortega por parte de Rusia. Cabe indicar que desde el 2016, la ex Unión Soviética le facilita a Nicaragua equipamiento militar e infraestructura para monitoreo satelital, luego de haber restablecido relaciones políticas tras una pausa de 20 años. Dichos países tienen un acuerdo para que el ejército ruso entrene en suelo nicaragüense. Este hecho ha preocupado mucho a los gobernantes norteamericanos, quienes están alerta por la cercanía con la que se mueven las fuerzas armadas de Vladímir Putin.
Otro aliado fuerte que posee Nicaragua es China, quien no solo tiene una gran influencia en lo político y económica, sino que también los abastece en todo lo que respecta a lo tecnológico. Por ejemplo, las cámaras de vigilancia conectadas a Internet que posee Ortega en gran parte de la región son provistas por empresas chinas. No cabe duda que Ortega, se apoya en Rusia y China para desligarse por completo de Occidente. Hay que recalcar que Nicaragua se retiró explícitamente de la Organización de los Estados Americanos en 2022. También se opusieron a autorizar la entrada del nuevo embajador estadounidense y destituyeron al representante de la Unión Europea.
59 mujeres despojadas de su nacionalidad
En los últimos días, Ortega volvió a quedar en el foco de las críticas por una repudiable razón, puesto que le sacó la nacionalidad a 59 mujeres nicaragüenses, entre ellas las que se encuentran la escritora Gioconda Belli, la periodista Cristiana Chamorro, la legendaria exguerrillera Dora María Téllez y la veterana defensora de derechos humanos Vilma Núñez, entre otras, quienes claramente son opositoras al gobierno.
Esta denuncia la hizo el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, el pasado miércoles 8 de marzo, en el marco de la conmemoración por el “Día Internacional de la Mujer”. “Las sistemáticas violaciones a sus derechos (de las mujeres), en particular el despojo de la nacionalidad, destierro y confiscación que viven ciudadanas nicaragüenses”, manifestaron desde dicha organización.
El gobierno caratuló a este grupo de mujeres como “traidoras de la patria” y “prófugas de la Justicia”. El Tribunal de Apelaciones de Managua ordenó para 26 de estas mujeres un fuerte dictamen. De este modo, desde el Tribunal manifestaron: “La inmovilización y el decomiso a favor del Estado de Nicaragua de todos los bienes inmuebles y sociedades que los procesados tengan inscrita a su favor, ya sea a título personal o de persona jurídica o sociedades en la que participan como socios, para responder por los delitos cometidos”.
Por su parte, dicho organismo, el cual está exiliado en Costa Rica, comunicó: “Tras casi cinco años de la represión ejecutada por el régimen de Ortega en abril de 2018, no han cesado las violaciones a derechos humanos contra un pueblo que denuncia la impunidad y exige justicia”.
El Papa Francisco carga contra Ortega y su dictadura “grosera”
Hace unos días, el Papa Francisco le brindó una entrevista al periodista argentino, Daniel Hadad en donde no tuvo filtros al referirse al triste momento que vive Nicaragua. Hadad le habló al sumo pontífice sobre los métodos que pone en práctica Ortega: “En un primer momento, parecía tomársela solamente con los opositores o con aquellos que pensaban diferente, de hecho, acaba de expulsar al destierro a 222 opositores. Pero también veo un ataque muy fuerte a la iglesia católica. Echaron al nuncio, ahora prohíben las procesiones de Semana Santa. Y (hay) una frase del mandatario diciendo (que) ‘los obispos, los curas, los papas, son una mafia’. ¿Qué piensa de esto?”.
Muy afligido por la situación que atraviesa el país caribeño, Francisco señaló: “Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”. Asimismo, su Santidad, de manera tajante, completó: “Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera a traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas. Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas. Guarangas”.
Estas palabras del Papa, sin duda, son una advertencia mundial para demostrar que lo que ocurre en Nicaragua es terrible. Hay que dejar en claro que el país de América Central vive un presente desafiante en el que muchos nicaragüenses siguen luchando por sus derechos y una vida mejor. En resumen, la situación política en Nicaragua sigue siendo preocupante y la comunidad internacional sigue presionando al gobierno de Ortega para que respete los derechos humanos y la democracia.